"Kim John Payne plantea una máxima radicalmente poderosa los niños no son desobedientes, más bien están desorientados. El resultado de este cambio de perspectiva es que la disciplina no es para controlar o castigar, sino para guiar. El autor brinda un marco sencillo para la toma de decisiones sobre por qué, cuándo y cómo mantener las riendas de la crianza más firmes, mientras los hijos desarrollan habilidades, o darles a esas riendas más juego, cuando los chicos van aprendiendo a caminar libremente."--page 4 of cover.