Sin lugar a dudas, este es el libro más rico que jamás hayamos leído. Para obtener algún provecho espiritual del libro, hay que leerlo cuidadosamente. Es muy parecido al libro de Proverbios, donde cada línea debe ser contemplada. En cuanto al estilo literario del autor, Secker abunda en el uso de comparaciones y contrastes, a menudo utilizando varias analogías en la misma frase. Al igual que los autores del Antiguo Testamento, a veces Secker "exagera a propósito" la redacción, para dejar claro su punto de vista. Este manual para la vida cristiana será un tesoro para todos los cristianos serios. Originalmente titulado "The Nonsuch Professor" este libro anticuado ha sido cuidadosamente actualizado al inglés moderno.
Lector cristiano,
Servir a la necesidad del hombre es caritativo; servir a su conveniencia es justificable; servir a su iniquidad es censurable; pero servir a su pureza es honorable.
El propósito de esta obra no es la ostentación del autor, sino la edificación del lector. En este tema tienes un breviario de la verdadera religión. Las obras encomendadas en él son de peso, y las bendiciones anexas son muchas. El cristianismo se viste aquí con el lino blanco de la pureza. Así como la gracia comienza en el amor de Dios hacia nosotros, así termina en nuestro amor hacia Él. La gracia hace más grande nuestro consuelo y más brillante nuestra corona. Aquellos hijos de Dios que se encuentran moviéndose en las órbitas de la obediencia, gozarán del sol más claro del semblante de su Padre.
Amados, asegúrense de levantar su superestructura sobre cimientos inamovibles; y dedíquense a negocios que tengan una tendencia inmediata a la bendición. Es una misericordia sin paralelo ser preservado de la corrupción en medio de la infección general. Es mucho mejor ser inocente que penitente; prevenir la enfermedad que inventar el remedio.
Recuerda, lector, que no podemos llamar nuestro a ningún tiempo, sino al presente. Con cuánto cuidado debemos disparar, pues sólo tenemos una flecha que dirigir al blanco. Entre más disfrutes de las sonrisas de Dios, más brillarás a los ojos de aquellos santos que juzgan de los árboles de justicia, por los frutos de justicia. El disfrute de este mundo no es una prueba del favor divino, ni de la ira divina. No te juzgues, pues, por el oro de tus bolsas, sino por la gracia de Dios en tu corazón; no por tus riquezas, sino por tus obras. Si la religión es tu viña para trabajar, la eternidad será tu cama para descansar. Toda gracia que sea ejercida aquí, será glorificada allí.
Es algo indecoroso vestirse con el hermoso traje de la profesión, y hacer la sucia obra de la corrupción. Se acerca el tiempo en que Dios quemará las viñas que sólo producen uvas agrias. El evangelio no sólo requiere diligencia, sino también excelencia; para que por la singularidad de tus acciones puedas probar la sinceridad de tu disposición.
Cristiano, la carrera que corres es corta, pero el premio por el que corres es grande. Deseo que este vendaval de la divinidad acelere tu nave hacia el puerto de la felicidad. Y cuando Dios me dé más a mí, yo te daré más a ti. Mientras tanto, consideraré un gran honor ser un instrumento para la conversión de otros, y en este sentido, ruego suscribirme, suyo en el Señor,
William Secker